En su primer año de gestión, y en un escenario de fuerte caída del Producto Bruto Interno (9 por ciento en Córdoba), Alberto Fernández destronó a Mauricio Macri en el reparto de Aportes del Tesoro Nacional (ATN) en los municipios cordobeses, y, en un hecho inédito, no dejó a ningún intendente con las manos vacías: absolutamente todos recibieron una ayuda contante y sonante de la Nación.

Se trató del mayor desembolso de ATN en la última década: 1.230 millones de pesos, monto que equivale al 2,55 por ciento del total de giros que recibieron los municipios, entre coparticipación y fondos especiales.

Schiaretti muy cerca de rechazar un acuerdo con el Frente de Todos pese al riesgo electoral

En 2017, tras años de sequía de ATN, Macri había enviado a Córdoba 469,3 millones de pesos, flujo que representó al 2,52 por ciento del total de giros a los municipios. Sin embargo, en esa oportunidad, 87 jefes comunales fueron excluidos de este beneficio discrecional, en general jefes de pequeñas comunas irrelevantes en términos electorales.

El giro de fondos a municipios cordobeses vía ATN no discriminó: en un hecho inédito prácticamente ningún intendente se quedó con las manos vacías. Los montos incluso superan a los que envió Macri.

Los 1.230 millones de pesos girados a Córdoba en el esquema de ATN durante el año de la pandemia significaron para los municipios el tercer ingreso después de la coparticipación, que tiene un mecanismo directo de reparto, en el que la rosca no es posible.

De ese total, 312,1 millones fueron para el intendente Martín Llaryora, un equivalente al 25 por ciento del global girado a esta provincia. El ATN representó el 2,1 por ciento del total de ingresos no propios del municipio capitalino.

Siguiendo con la comparación respecto de los datos de 2017, cuando presidía Macri y administraba la ciudad de Córdoba Ramón Mestre, en aquella oportunidad el ATN fue por 90 millones de pesos, representó el 19 por ciento de los giros a toda la provincia y significó el 1,7 por ciento de los ingresos no propios. En otras palabras: la ciudad de Córdoba recibió el mayor ATN en la última década.

El intendente de Córdoba Capital, Martín Llaryora.

Estos datos sirven de sustento para quienes, tanto en el Frente de Todos como en Hacemos por Córdoba, pregonan la necesidad de un acuerdo entre Schiaretti y Fernández en torno a las listas para las legislativas de este año. De hecho, en más de una oportunidad durante este año, el gobernador debió admitir que las relaciones "institucionales" son "correctas" y que no existe "discriminación" de la administración nacional hacia Córdoba. El aceitado mecanismo de giro de ATN es una muestra en ese sentido.

Schiaretti eligió a la hija de De la Sota para encabezar la boleta de diputados

Un repaso por los datos oficiales de la última década confirman que desde 2010 la asistencia a Córdoba vía ATN fue prácticamente nula; de ahí la relevancia que adquieren los giros dispuestos por Fernández.

Durante el gobierno de Cambiemos, los ATN a los municipios significaron montos inferiores al 1 por ciento de los ingresos no propios, con la excepción de 2017, cuando se disputaron elecciones de medio término, como se consignó más arriba.

En el último gobierno de Cristina Kirchner no llegó a Córdoba ni un peso en ATN, hecho enmarcado en la guerra entre el kirchnerismo y el peronismo mediterráneo, cuya batalla discursiva fue "la Nación discrimina a Córdoba", arenga que derivó en un constante rechazo a la figura de la actual vicepresidenta. En un mismo sentido, durante 2010 y 2011 los ATN representaron para los municipios cordobeses ingresos de 0,07 y 0,04 por ciento; y estuvieron dirigidos a los intendentes amigos.